Desde que te ví parada ahí Me creíste un pichón. Quizás lo soy, no sé. Pero desde que te vi parada ahí, frente a mí, lo supe: “Un águila fingiéndose gorrión”, pensé. Aeropuerto de Panamá, vuelo hacia Quito. Atrasado. Escaseaban asientos donde esperar y yo, distraído, ocupaba dos. El mío y el del maletín del computador. Te paraste cerca, con la valijita rodante al lado. Sobre tu trajecito verde, el arbusto de pelos negros te escondía la cabeza. La cara. Me estudiabas. También al entorno. Todo un lanzamisiles en busca del blanco, tus ojos volaban de un objetivo a otro: la gente sentada, los parados, los que entraban del corredor, las ventanas, yo, el monitor de la puerta treinta y dos, el asiento de al lado. Saqué el maletín. Sin agradecer, te sentaste. Las alas de tu chaqueta se levantaron. Mostraron el pantalón pegado a la convexidad radical de tus nalgas. Te acomodaste encima de ellas. Diste vuelta el cuerpo hacia el corredor: nada de contacto conmigo. Ni con nadie más. ...
Entradas populares de este blog
Vtv
Visión
Visión “Disculpe, puede sonar raro, pero no puedo ver su rostro”. No. No puedo decírselo así. Va a pensar que estoy loco, se irá y Yeni no me lo perdonará. Capaz hasta me desaloja. Angie conversa, exige mi atención. Mi alerta máxima. - Así que Yeni se decidió a alquilarle a usted el apartamento. Está bien, es mejor alguien fijo. Estaba cansada del aplicativo. Ella no se lleva bien con las cosas electrónicas. Además, eso de tener mucha gente diferente llegando y saliendo no es bueno. Los hogares no son solamente paredes, techo y muebles, Fran. Todo lo que rodea a las personas se impregna de ellas, y lo mismo le sucede a quien habita un lugar: lo absorbe, lo incorpora. Por eso el éxito de los hoteles que son idénticos en todo el mundo. La mezcolanza confunde tanto a los lugares como a la gente. Hace daño, salvo que alguien sea un fugitivo, Fran – destella pupilas bajo cejas levantadas. Me toma por sorpresa. “Soy fugitivo, pero de la verdad. Y mi objetivo es just...
Comentarios
Publicar un comentario