Hoy llegué a Montevideo desde Buenos Aires. Festejaremos el cumpleaños de Tof en lo de Ana Bertuchi. Menú en honor al filósofo ruso (pancitos rellenos de cerdo picante, sopa roja, té y vodka), Mussorgsky en el player. "Buenos Aires, cosmópolis, ¿y después?". El tejido conjuntivo de la capital porteña es el ruido. Barullo como rutina. Como metabolismo. Salí al balcón montevideano por unos instantes para lavar los oídos. Lo que vi, me hizo descartar la anemia. Como un cachetazo, me desmintió la entrada anterior a este blog. Dicen que es la planta del azúcar. Está casi, casi, en llamas. Firme. Segura.