No sé por qué


 

Hoy en día cualquier gesto, hasta un saludo, parece llevar un objetivo agazapado. Una ventaja a sacar.
Un lucro.
Quizá sin llegar a ser un desmentido de lo anterior, actos balsámicos como éste, florecen el Brasil. 
Alivian el ardor. La quemazón que produce pensar que el espíritu bancario ha triunfado sobre el artístico.

Todos los sábados de feijoada (la otrora comida de esclavos que terminó siendo emblema culinario nacional), se produce por la mañana esta reunión espontánea de "chorinho" y "samba".  La participación es abierta. La entrada gratis y casi, casi obligatoria. ¿El lugar? La tienda de música "Contemporánea" . Muy cerca de la tierra de los zombies, la nublada "cracolandia" de San Pablo. Pero al lado de la estación de la Luz, de la Pinacoteca y del inabarcable Museo de la Lengua Portuguesa.

La receta es la mezcla casi imposible de nostalgia con alegría que tiene el "chorinho". El ritual es más o menos el que se muestra (perdón por la calidad de grabación, la hice con el teléfono).
 Cantante y sonante amor al arte.

"Mi corazón, no sé por qué, late feliz, cuando te ve...".
Joao de Barro  (Braguinha). Musica: Pixinguinha.

Comentarios

  1. Há tantas manifestações culturais pela cidade; não é?
    Muito feliz esta.
    Abraços, Leda

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